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Supply Chain Frontiers issue n.º 58. Lea todos artículos en este asunto.

El proyecto europeo Smart-Rail se inició en mayo de este año con una financiación cercana a los 6 millones de euros (casi 7 millones de dólares) procedentes de la Comisión Europea (CE), y tiene como meta que este modo sea una mejor opción para el transporte de mercancías en Europa.

Diecinueve organizaciones participan en el proyecto, cuyo objetivo principal es mejorar los servicios logísticos de transporte ferroviario de mercancías desde la perspectiva del expedidor en cinco ámbitos de rendimiento clave: fiabilidad, plazo de entrega, coste, flexibilidad y visibilidad. El proyecto está dividido en paquetes de trabajo que coordina la Organización Holandesa de Investigación Científica Aplicada (TNO).

El paquete de trabajo relativo a la gestión de la cadena de suministro está dirigido por el Zaragoza Logistics Center (ZLC), ubicado en Zaragoza (España), que aporta al proyecto su amplia experiencia práctica en cadenas de suministro.

Tradicionalmente, el transporte ferroviario en Europa ha tendido a favorecer el movimiento de pasajeros. “Con todo, la CE está preocupada por el tráfico de mercancías y por cómo puede coexistir con el transporte de pasajeros”, afirma Susana Val, Profesora asociada y Directora del Departamento de Transporte en el ZLC.

El volumen de mercancías transportadas por ferrocarril influye más en términos estadísticos que el número de pasajeros transportados. Según Eurostat, en 2012 (último año en que se recabó información sobre los países UE28), la distribución modal relativa a mercancías fue 75,1% carretera, 18,2% ferrocarril y 6,7% vías navegables. Para el mismo año, la distribución modal para pasajeros fue 83,3% coches, 9,2% autocares, autobuses y trolebuses y 7,4% trenes. 

Un reto que debemos afrontar es cómo desarrollar un nuevo perfil orientado al servicio para el transporte ferroviario de mercancías, basado en un excelente rendimiento de entregas puntuales a precios competitivos. El modo debe encontrar también modos de entrelazar las operaciones ferroviarias con otras formas de transporte, satisfacer las necesidades de los clientes transportistas con más eficacia y crear servicios innovadores con valor añadido.

Si bien existen diversos modelos operativos en Europa (algunos sistemas ferroviarios están privatizados, mientras que otros están gestionados por los gobiernos, por ejemplo), esto no debería ser un obstáculo para el proyecto, defiende Val. La idea es mejorar los servicios en determinados corredores para empresas que son usuarias actuales y potenciales del transporte ferroviario, independientemente del modelo de propiedad. Además, numerosos proveedores de servicios operan ya en toda Europa.

El proyecto Smart-Rail se centrará en el incremento de la productividad abordando las actuales debilidades y limitaciones operativas y sistémicas, incluyendo cuestiones de interoperabilidad, y encontrando soluciones rentables a estos problemas. El equipo también pretende lograr que el sistema ferroviario europeo esté más orientado a la cadena de suministro, con nuevos modelos de negocio y formas de intercambiar información diseñadas en torno a las necesidades de los transportistas.

Estos objetivos generales se traducirán en metas operativas concretas. Algunos ejemplos son conseguir una tasa de entregas puntuales del 98%, atraer una agama más amplia de tipos de carga para este modo, mejorar los servicios intermodales y desarrollar una herramienta de apoyo a la toma de decisiones que ayude a la comunidad de cadenas de suministro a potenciar la productividad del transporte ferroviario.

“En el caso del objetivo de entregas puntuales del 98%, estudiaremos el concepto de torre de control que coloca al transportista en la parte superior de la pirámide, y proporciona mejor información a las partes interesadas sobre la capacidad que pueden utilizar para mejorar sus procesos de planificación”, explica Val.

El trabajo de desarrollo de una herramienta de apoyo a la toma de decisiones aprovechará la experiencia adquirida por el ZLC en un proyecto anterior denominado FUTUREMED. Este proyecto se diseñó para que los puertos europeos sean más competitivos mejorando sus comunicaciones con las zonas interiores. Para lograrlo, los participantes crearon una plataforma de TI para compartir información que mejorara la visibilidad de la cadena de suministro y eliminara las comunicaciones manuales basadas en papel. “Estamos en conversaciones con empresas de TI interesadas en comercializar la plataforma”, declara Val.

Esta plataforma de interoperabilidad mejora la eficacia y la visibilidad de los corredores de transporte intermodal en contenedores entre puertos marítimos y zonas interiores en cadenas de transporte marítimo transnacional puerta a puerta. Además, hace posible la integración de sistemas portuarios con infraestructuras logísticas interiores. Esta mejor integración no solo implica a operadores de terminal en instalaciones de puertos marítimos y zonas interiores, sino también a todos las partes interesadas en corredores intermodales como p.ej. operadores ferroviarios, expedidores, empresas ferroviarias, agentes marítimos, agentes de transporte, empresas de camiones y aduanas.

La iniciativa Smart-Rail adoptará un enfoque similar y se espera que aporte los mismos tipos de beneficios. Por ejemplo, FUTUREMED proporcionó información precisa y actualizada sobre corredores intermodales y sus redes interiores, lo que propició mejoras en la visibilidad y la trazabilidad de las cadenas de suministro. El proyecto impulsó la eficacia operativa mediante sistemas de planificación y recursos de gestión superiores. Los tiempos de espera para trenes y camiones se redujeron, mejorando así los niveles de servicio y las percepciones de los servicios por parte de los clientes. FUTUREMED redujo también costes y elevó los beneficios económicos de las cadenas de transporte intermodales.

Actualmente, los socios Smart-Rail están definiendo los problemas en los que desean centrarse y revisando iniciativas pasadas y actuales en Europa que supongan aportaciones útiles. “Estamos buscando mejores prácticas y soluciones, y conversando con líderes de proyectos que nos ayuden a perfeccionar nuestra visión”, comenta Val. La finalización del proyecto está prevista para 2018.

Si desea más información acerca del proyecto europeo Smart-Rail, contacte con Susana Val (sval@zlc.edu.es).