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Supply Chain Frontiers issue n.º 56. Lea todos artículos en este asunto.

¿Se encuentra inmerso en una misión encaminada a materializar una idea y ha reclutado colaboradores dentro de la empresa para trabajar en el proyecto no oficial? En caso afirmativo, es usted parte de un antiguo fenómeno que Peter Gloor, un científico de investigación del Centro de Inteligencia Colectiva del MIT, denomina redes de innovación colaborativas (COIN, por sus siglas en inglés).

Gloor considera que las COIN están adquiriendo cada vez más importancia como motor de innovación para organizaciones de gran tamaño que tienen que seguir el ritmo de unos mercados tan dinámicos.

En la conferencia Crossroads 2015, que tendrá lugar el 24 de marzo en el campus del Instituto Tecnológico de Massachusetts, analizará la evolución de las COIN y las futuras aplicaciones de estas redes.

Las COIN, a las que a menudo se hace referencia como trabajos informales, llevan existiendo mucho tiempo; de hecho, el mismísimo Benjamin Franklin recurrió a este concepto para desarrollar una serie de innovaciones, y en su autobiografía describió las normas básicas para establecer una red de estas características, normas que, a día de hoy, siguen estando plenamente vigentes.

Una representación más reciente, que, además, es el ejemplo favorito de Gloor en lo que a COIN se refiere, es el grupo de pensadores de vanguardia del MIT, que formaron un consorcio en los años 90 del pasado siglo XX para crear la World Wide Web. Gloor acababa de aterrizar en el MIT, y sus investigaciones posteriores acerca de la web y las comunicaciones a través de la intranet desembocaron en el nacimiento del concepto de las COIN.

A día de hoy, tanto internet como los medios sociales, combinados con el apetito insaciable de contar con nuevos productos, están impulsando otra fase en el desarrollo de las COIN.

El proceso básico para configurar una COIN suele comenzar con una persona altamente motivada y creativa, que tiene una idea que desea materializar. Esta especie de «predicador» recluta a un grupo de aliados con mentalidad similar (entre tres y doce personas) para llevar el proyecto adelante y, una vez que la extravagante idea inicial se ha traducido en un prototipo, se llama la atención de más colaboradores para que se impliquen en el proyecto y formen una red de aprendizaje colaborativo, lo cual supone el germen de la COIN.

Un aspecto que resulta importante desde una perspectiva de la cadena de suministro es que la idea original puede ser un proceso innovador, y la COIN puede abarcar más de una empresa para implicar, digamos, a personas entusiastas de un fabricante o de un proveedor fundamental. Por ejemplo, en 2004/2005, personas de Ford y un proveedor fundamental se unieron para formar COIN destinadas a diseñar piezas para el nuevo Ford Focus; la iniciativa también desembocó e cambios fundamentales en la cadena de suministro de las piezas

Otra característica fundamental de estas redes es que cuentan con un liderazgo rotativo. Tal y como explica Gloor, una vez creada, una COIN necesita diferentes tipos de liderazgo a medida que va evolucionando: en primera instancia, está comandada por un «misionero» que impulsa el trabajo del grupo, pero, a medida que el proyecto va madurando, es necesario dar paso a las habilidades de ventas. Asimismo, los líderes motivan y apoyan los esfuerzos de los participantes, pero tienen un poder relativamente pequeño sobre el grupo.

Gloor ha desarrollado una aplicación llamada Condor, que analiza las redes sociales y señala las COIN existentes o emergentes. El software tiene integradas variables que identifican una COIN. El liderazgo y la contribución (el número de veces que se envían las comunicaciones frente a las que se reciben) son dos ejemplos. La velocidad de respuesta es otro elemento importante; según Gloor, las ganas de una persona por responder a un mensaje es una medida de su interés en el remitente. A nivel emocional es una variable importante, puesto que el nivel de entusiasmo mostrado por los participantes está directamente relacionado con el éxito del proyecto.

En opinión de Gloor, cada vez es más importante que las empresas sean capaces de identificar e impulsar las COIN. Los ciclos de vida útil de los productos se están acortando, y las COIN son una fuente principal de innovación disruptiva, así como un medio para que las empresas sean más ágiles y receptivas ante las demandas cambiantes del mercado. También prevé que las estructuras corporativas adquieran un carácter más celular a medida que, gracias a las redes sociales, se junten cada vez más empleados de diferentes empresas y países para desarrollar sus ideas.

«A día de hoy, las organizaciones de gran tamaño necesitan lo que el ejército llama "poder al límite" para así delegar responsabilidades (en materia de innovación), lo cual significa animar a personas que ya se motivan por sí mismas», afirma Gloor.

Aquí podrá encontrar más información sobre Crossroads 2015, incluido el formulario de registro.