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Publication Date
Topic(s) Covered:
  • Demand Planning
  • Fulfillment
  • Optimization
  • Transportation
  • Urban Logistics
Abstract

El sector naval exige operaciones y procesos complejos y es imprescindible que exista una estrecha cooperación en ambos extremos de la cadena si los astilleros tienen que satisfacer las necesidades de diferentes clientes. Además, este sector está muy expuesto al efecto látigo (o bullwhip effect) ya que la variabilidad comercial global, el riesgo financiero y otros riesgos directos o indirectos pueden provocar fluctuaciones extremas en la demanda, que afecta al negocio casi sin previo aviso.

No se necesita solamente una buena sincronización entre los proveedores y los astilleros sino también en los procesos que tienen lugar en las instalaciones.

Para lograr una gestión de proveedores efectiva, las prácticas de planificación que necesitan los astilleros deben incluir: la identificación de las competencias principales del astillero en cuestión, la documentación de responsabilidades del proveedor, la consecución del equilibrio perfecto entre los procesos o actividades externalizados y los desarrollados por el propio astillero y la creación de alianzas estratégicas a largo plazo con proveedores.

Un consorcio entre universidades griegas y el Instituto para la Innovación de la Cadena de Suministro de Malasia (MISI), en Shah Alam, Malasia, ha desarrollado un estudio con el fin de intentar entender la naturaleza y las operaciones del sector naval. Se entrevistaron a altos directivos de las principales empresas de los astilleros griegos. El objetivo del estudio era identificar los procesos claves y las mejores prácticas –incluyendo las que son fundamentales para la coordinación de todos los procesos de la cadena de suministro de astilleros– y medir el nivel de riesgo relacionado con ellos.

Los procesos fueron:

• Aprobación de materiales y productos
• Marketing
• Selección de proveedores
• Coordinación de proveedores
• Compras
• Montaje
• Control y aprobación
• Garantías, servicio postventa, reparaciones y mantenimiento.

Las mejores prácticas documentadas fueron:

• Estandarización de productos
• Equipos de productos integrados
• Coste total más bajo
• Formación de proveedores
• Mejora de proveedores
• Desarrollo de nuevos proveedores
• Gestión de las existencias del proveedor
• Proveedores llave en mano
• Integración de proveedores.

En la Tabla 1, se exponen las mejores prácticas aplicadas a diferentes procesos en el sector naval.

 

Tabla 1: relación entre los procesos de cadena de suministro y las mejores prácticas

Fuente: Vchakis et al. (2016)

El perfil de riesgo de cada uno de los procesos y mejores prácticas previos se debe analizar conforme a la matriz de Kraljic (1983). Kraljic establece cuatro categorías principales a través de la relación del impacto en los beneficios con el riesgo de suministro:
• Productos apalancados: se refieren a componentes estandarizados que los proveedores suministran a bajo coste pero son de gran calidad.
• Productos estratégicos: normalmente se refieren a sistemas llave en mano, que se caracterizan por costes elevados de producción, pocos proveedores y afectan a la calidad del producto general.
• Productos rutinarios (o no críticos): se refieren a productos fabricados en masa que se utilizan en todo tipo de embarcaciones.
• Productos de bajo coste: producto de riesgo elevado que abarca productos y componentes de bajo coste que pueden entrañar un riesgo elevado debido a su importancia en el rendimiento o funcionamiento del producto final.

La categorización de los principales procesos y las buenas prácticas se presentan en la Tabla 2.

 

Tabla 2: Categorización de procesos claves y mejores prácticas de acuerdo con la matriz de Kraljic

Fuente: Vchakis et al. (2016)

Entre los datos relevantes que aporta este estudio destaca la importancia de la cooperación estratégica entre los proveedores y los clientes de los astilleros para mejorar el funcionamiento de la cadena de suministro. Para mejorar los niveles de rendimiento es fundamental que se mejoren los plazos de entrega de los proveedores y la calidad de los productos. Además, el rendimiento de la cadena de suministro de los astilleros se puede mejorar adaptando las mejores prácticas a las necesidades dictadas por las especificaciones del proyecto. Por último, incluso aunque algunas de las mejores prácticas sean adecuadas para determinados tipos de procesos, algunas podrían tener mayores aplicaciones.

Referencias

Kraljic, P. (1983), “Purchasing must become supply management”, Harvard Business Review, Vol. 61 No. 5, pp. 109-117.

Vlachakis, N., Mihiotis, A., Pappis, C.P. and Lagoudis, I.N. (2016), “A Methodology for Analyzing Shipyards’ Supply Chains and Optimizing Supplier Selection”, Benchmarking; An International Journal, (Vol. 23, No. 2, pp. 443-455).

Este artículo fue redactado por el Doctor Ioannis N. Lagoudis, investigador del programa griego de becas de investigación Fulbright del CTL del MIT, Director de Formación para Ejecutivos del MISI. Si desea obtener más información sobre la investigación en el sector naval, envíe un correo electrónico al Doctor Lagoudis a: ilagoudis@misi.edu.my.

 

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