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Supply Chain Frontiers issue n.º 52. Lea todos artículos en este asunto.

Con el fin de identificar las sinergias de la red de cadenas de suministro, las empresas están buscando fuera de sus propias organizaciones en aras de crear beneficios conjuntos en colaboración con otros socios comerciales. Este es uno de los motivos por los que un concepto que existe desde hace algún tiempo, como es la carga conjunta, está convirtiéndose en una opción viable para muchos expedidores.

La carga conjunta es el equivalente a compartir transporte en los casos de transporte de mercancías. Permite a las empresas compartir espacio en los mismos vehículos/contenedores y dividir la factura de acuerdo a su porción del viaje.

Este método de transporte de mercancías no es adecuado para todas las empresas. Para ilustrar su potencial, imaginemos un envío hipotético: el expedidor A tiene que desplazar 10 palés de productos secos que pesan unos 6350 kg de Kensola (WI) a Los Ángeles (CA).

Si la empresa recurre a la carga completa de un camión (TL) ente lo que está haciendo es comprar todo el espacio del camión. Esta es la forma más rápida de transporte por tierra, y la ausencia de la doble manipulación reduce el riesgo de que el producto se vea dañado o se pierda. No obstante, es probable que el expedidor tenga que pagar por el espacio vacío, lo cual supone una adición de costes e incrementa la huella de carbono de la modalidad. La empresa podría optar por un envío de carga consolidada (LTL), en el que solo pagará una parte del camión. Esta es una alternativa más barata, pero la carga pasará por la red de sistemas radiales del transportador, lo cual implica tiempos de tránsito más largos y una alta proporción de doble manipulación. La opción intermodal es otra posibilidad; es más barata y más eficiente en términos de carbono que la opción TL porque incluye un componente ferroviario, pero una vez más el expedidor A paga por la totalidad del camión, incluyendo espacios vacíos (lo cual contrarresta la eficiencia en términos de carbono de la opción ferroviaria), y existe un mayor riesgo de daños, puesto que la carga se transfiere entre los diferentes modos.

En la cuarta opción, la carga conjunta, el expedidor A comparte el espacio del camión con otras empresas de una forma similar a la modalidad LTL; no obstante, el envío discurrirá mediante un sistema TL con múltiples paradas y algunos otros envíos en el tráiler. En los mismos camiones solo se combinan LTL grandes y TL pequeños.

La opción de carga conjunta es tan rápida como la modalidad TL o el recurso intermodal, no requiere una doble manipulación y, por regla general, es más barata que el modo TL o LTL (hasta un 30 % en algunas líneas). En lo que respecta a los inconvenientes, la carga conjunta solo funciona para envíos de cierto tamaño (LTL grandes y TL pequeños), por lo que esta opción de transporte podría no ser viable.
 
Normalmente, las posibilidades de carga conjunta vienen determinadas por la tecnología de software más vanguardista del momento. Este tipo de transporte requiere la capacidad de filtrar millones de operaciones de envío de empresas diferentes y de identificar oportunidades basadas en varios criterios, como aspectos geográficos, costes, tiempo, tamaño de la carga y compatibilidad. Una operación de estas características requiere herramientas y recursos con la capacidad de manejar grandes conjuntos de datos y de optimizar algoritmos.

Esta tecnología ya está disponible; además, otras evoluciones tecnológicas, como la aparición de sistemas de gestión de transporte más avanzados y de la informática en la nube, también sirven como apoyo al crecimiento de la carga conjunta.

Uno de los principales impedimentos es la falta de confianza entre socios comerciales; el hecho de llevar a cabo un procedimiento de carga conjunta requiere que muchas partes estén alineadas con respecto a diversos factores operativos, que se han mencionado más arriba. Una vez más, los desarrollos recientes ayudan a los expedidores a superar este obstáculo; por ejemplo, la investigación llevada a cabo por la doctora María Jesús Sáenz, profesora de gestión de la cadena de suministro en el programa MIT-Zaragoza International Logistics del Zaragoza Logistics Center (Zaragoza, España), explica cómo los socios comerciales pueden establecer alianzas beneficiosas para ambas partes en acuerdos de carga conjunta (para más información, consulte el artículo Eliminación de los obstáculos de cara a la colaboración horizontal, Frontiers, otoño de 2012).

A medida que la carga conjunta gane terreno, irán apareciendo más oportunidades. A mayor número de empresas en la red, más beneficios generados merced a la carga conjunta. La red podría incluir empresas de diferentes sectores, en la medida en que sus productos puedan estar físicamente consolidados en los mismos vehículos de transporte.

La colaboración entre empresas, como por ejemplo a través de la carga conjunta, puede ampliar las fronteras de la cadena de suministro a una red mucho más amplia y abrir nuevas puertas a operaciones de flete mucho más eficaces.

Este artículo ha sido redactado por Homayoun Taherian, titulado del programa SCM y fundador de Cnergistics, LLC. Pueden ponerse en contacto con él en la dirección: ht@cnergistics.com.