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Supply Chain Frontiers issue #47. Lea todos artículos en este asunto.

¿Cuáles serán los riesgos que amenazarán a las cadenas de suministro durante más o menos los próximos cinco años? A medida que surgen nuevos riesgos y vuelven a aparecer los de tipo familiar, las empresas deben mantenerse al día de las cambios que pueden dar al traste incluso con la cadena de suministro mejor gestionada. Las perspectivas relacionadas con posibles trastornos fue uno de los puntos de debate en un simposio celebrado recientemente en el Centro de Transporte y Logística del MIT (MIT CTL).

Más de 30 organizaciones asistieron al simposio titulado: «Advancing Supply Chain Risk Management: Emerging Challenges and Strategies» («avance en la gestión de riesgos de la cadena de suministro: retos emergentes y estrategias»), que se celebró en el campus del MIT de Cambridge, MA (EE. UU.), el 10 de octubre de 2012. El evento fue organizado conjuntamente por el MIT CTL y el Supply Chain Risk Leadership Council (consejo de liderazgo de los riesgos para las cadenas de suministro, SCRLC por sus siglas en inglés).

Más avanzado este año, el SCRLC tiene previsto publicar un libro blanco sobre los riesgos emergentes para las cadenas de suministro; entretanto, un grupo de trabajo del propio consejo ha recopilado una lista preliminar, que fue debatida en el simposio. Los debates en cuestión se resumen más abajo.

Crecimiento de la población. La población mundial superó la cifra de los 7.000 millones el pasado año (sólo 12 años después de haber sobrepasado los 6.000 millones). Las Naciones Unidas calculan que, hacia finales de siglo, estaremos en cifras que rondarán los 10.000 millones.

Aunque estamos hablando de una tendencia a largo plazo, los efectos ya están dejándose notar en términos de recursos y de limitaciones en infraestructuras; asimismo, los compañeros de operaciones tienen que controlar las implicaciones demográficas. Por ejemplo, el envejecimiento de la población china hará que ese país tenga más dificultades para competir en el sector comercial de la fabricación.

Escasez de recursos. Esta amenaza está relacionada con la tendencia anterior, aunque es objeto de mayores complicaciones debido a factores geopolíticos, como por ejemplo qué países poseen los recursos de agua y los minerales fundamentales que resultan básicos para las operaciones de fabricación.

Agitación civil. Una vez más, este hecho está vinculado con el crecimiento de la población y el aumento de la presión sobre los recursos disponibles; no obstante, existen riesgos más inmediatos, como por ejemplo la posibilidad de problemas laborales en China. Según los asistentes al simposio, hay una serie de temas sobre la mesa. Los empleados chinos son cada vez más abiertos en relación con aspectos como las condiciones laborales, aspecto parcialmente alimentado por el crecimiento de una clase media con mayores expectativas que las generaciones de trabajadores anteriores. Asimismo, el motor de crecimiento de China está ralentizándose, lo cual podría provocar la desaparición de algunas de las oportunidades de creación de riqueza que son importantes para la clase media del país.

Sostenibilidad medioambiental. Este es un tema de perfil alto, contra el cual ya están luchando muchos directores de cadenas de suministro, tal y como comentó un asistente al simposio, «creemos que la sostenibilidad está pasando rápidamente a la primera línea de la cadena de suministro de alimentos».

Fallos en la infraestructura. Según comentó uno de los asistentes, en Estados Unidos hay aproximadamente 70.000 puentes que cuentan con el marchamo de estructuralmente deficientes. En las redes de carreteras y puertos del país también existen problemas similares que resultan más que evidentes. No obstante, los problemas de infraestructuras no son, ni mucho menos, exclusivos de los Estados Unidos: sirva como ejemplo el apagón que tuvo lugar en el mes de julio de este año, el cual se calcula que dejó a quinientos millones de habitantes de la India sin electricidad.

La crisis de deuda europea. Esta situación puede presumirse demasiado compleja y distante como para aparecer en el radar de la gestión de las cadenas de suministro, pero algunas empresas están reflexionando acerca de las posibles consecuencias operativas. Pongamos un ejemplo: un fabricante líder vende actualmente productos a bajo coste en África y en la India, donde muchos consumidores no pueden permitirse adquirir productos exclusivos. Si la crisis europea generara una depresión en esa parte del mundo, la empresa podría verse obligada a vender sus productos de gama baja a los europeos, lo cual tendría un gran impacto sobre sus previsiones de beneficios, que han sido calculadas sobre la base de un gran mercado de productos exclusivos en el oeste de Europa.

Precios del combustible. Un asistente apuntó que, hace cinco años, este era uno de los principales riesgos para la cadena de suministro. Se trata de una de esas amenazas que no se ha desvanecido y que podría resurgir en cualquier momento.

Presiones reguladoras. La gran cantidad de cambios reguladores que se están produciendo, junto con la falta de homogeneización entre los códigos, representa un riesgo importante para las cadenas de suministro. «Los reguladores no están trabajando juntos», apostilló un asistente, y es complicado seguir el ritmo de los acontecimientos a nivel internacional. En muchos casos, según añadió, incluso las oficinas satélite en los países afectados encuentran dificultades para comprender e interpretar nuevas normativas nacionales. Dos áreas identificadas como especialmente molestas son las relacionadas con tener que cumplir con múltiples programas nacionales de comercio y las discrepancias entre las normas relacionadas con la aviación.

Gestión de talento. La inminente escasez del talento para las cadenas de suministro es un problema que últimamente ha recibido una gran cobertura.

Cómo controlar estas amenazas (que tienden a ser mundiales en su naturaleza) y cómo evaluar aquellas que suponen un riesgo real para las operaciones empresariales son preguntas a las que muchas cadenas de suministro y directores de riesgo han tratado de dar una respuesta.

El primer desafío es reconocer la importancia del trabajo para identificar los riesgos emergentes. Para la mayor parte de las empresas, estar al tanto de los riesgos conocidos resulta más que suficiente, aunque desarrollar los planes para controlar las tendencias y los acontecimientos que podrían evolucionar para convertirse en un riesgo para la cadena de suministro no es una tarea fácil. Las organizaciones que han abordado este desafío de manera activa son relativamente pocas, aunque ese número reducido puede ofrecer algunos consejos útiles. Una organización analiza los riesgos emergentes sobre una base anual, mientras que otras empresas dependen de manera informal de la comunidad de gestión de riesgos dentro de la propia empresa para poder analizar los problemas actuales y lograr descubrir los posibles riesgos para la cadena de suministro.

Estamos hablando claramente de un área de gestión de riesgos que merece una mayor atención, y las empresas, haciendo gala de su inteligencia, desean incluirla en sus planes para gestionar el riesgo.

Para más información sobre el simposio, el trabajo del SCRLC y las iniciativas del MIT CTL en materia de gestión de riesgos, póngase en contacto con el subdirector Jim Rice.