Newsletter
Publication Date
Abstract

Supply Chain Frontiers issue #47. Lea todos artículos en este asunto.

Una forma eficaz de recortar gastos y emisiones de CO2 es compartir la capacidad de transporte a la hora de desplazar mercancías; no obstante, es complicado poner en práctica esta idea porque, por regla general, las empresas deben intercambiar información sensible acerca de sus cadenas de suministro. El Zaragoza Logistics Center (ZLC), situado en Zaragoza (España), está participando en un proyecto de investigación para ayudar a las empresas a superar este obstáculo.

El proyecto Conceptos de Colaboración para la Co-modalidad (CO3) es una iniciativa de la Unión Europea (UE) en la que están inmersos algunos de los principales centros de investigación, como el ZLC, así como un comité asesor de empresas entre las que figuran P&G, Nike, Kimberly-Clark, Unilever, HJ Heinz, Nestlé y DHL.

Existen importantes incentivos destinados a dotar a las empresas de la UE los medios adecuados para crear redes de distribución conjuntas y, de esta forma, incrementar la eficacia de las operaciones de transporte de mercancías. Por ejemplo, según un informe del Foro Económico Mundial, el 24 % de los vehículos de transporte en Europa sólo transporta aire, mientras que el resto va ocupado hasta un 57 % de su capacidad. La capacidad total de utilización de los vehículos de transporte en la región se sitúa en un inaceptable 43 %.

La aportación de ZLC al proyecto CO3 es doble: por un lado, identifica los elementos necesarios para crear asociaciones de colaboración horizontal a largo plazo que lleguen a buen fin en el sector del transporte de mercancías y, por otro, señala los mecanismos que fomentan la mejora continua en estas relaciones.

Los investigadores entrevistaron a diversas empresas con diferentes y relevantes papeles dentro de la cadena de suministro en Europa acerca de los beneficios derivados de las iniciativas de colaboración horizontal. Las conclusiones se agrupan en cinco áreas principales:

  • Eficacia. Desarrollar las economías de escala derivadas de las cargas compartidas ayuda a reducir costes.
  • Capacidad de respuesta. Una mayor frecuencia en las entregas se traduce en una mayor flexibilidad operativa y en respuestas más rápidas ante los cambios en las solicitudes de los clientes.
  • Servicio al cliente. Por regla general, el incremento de la frecuencia de las entregas también suele mejorar los niveles de atención al cliente.
  • Innovación. Los socios aprenden unos de otros, la experiencia motiva a sus equipos operativos y el flujo de ideas fomenta la innovación conjunta.
  • Sostenibilidad. Una mejor utilización de los vehículos se traduce en menos camiones vacíos o parcialmente llenos, así como en una reducción de los niveles de emisión de carbono.

Beneficios como estos son los que cabría esperar cuando los transportistas compartan recursos de transporte. No obstante, algunos de los hallazgos del estudio son menos intuitivos: por ejemplo, las pequeñas y las grandes organizaciones pueden desarrollar prósperas asociaciones logísticas; no es necesario que los socios tengan que tener el mismo tamaño.

Sin embargo, hay algunas áreas en las que, si se pretende que compartir la capacidad resulte rentable a la par que duradero, existe un espacio ínfimo o inexistente para el compromiso. Estos elementos fundamentales se agrupan en cuatro categorías:

Esencial. Sin estos elementos, no puede ponerse en marcha ningún tipo de colaboración. Entre ellos se incluyen la confianza, la solidaridad y la expectativa de que ambas partes saldrán ganando, incluso aunque no fuera exactamente de la misma manera.

Mejora. Elementos como estos, incluyendo la compatibilidad entre los tipos de transporte empleados, son los que sientan las bases del éxito.

Marco. Estos elementos definen la estructura legal y operativa de la relación; por ejemplo, contratos.

Distributiva. Los acuerdos destinados a compartir ganancias o valor están basados en estos elementos.

La investigación pone de manifiesto que la dinámica de las relaciones entre dos o más socios transcurre por tres fases de desarrollo: exploración, asimilación y explotación. Cada una de las fases supone un paso adelante en la madurez de la relación.

En la fase inicial de exploración, los socios evaluarán y compararán la cultura corporativa, los métodos de gestión y el rendimiento de mercado de los otros, para así asegurarse de que son compatibles. A continuación, llega la fase de asimilación, en la que los socios interiorizan el acuerdo relativo a compartir capacidad. En la última fase de explotación, las organizaciones comienzan a ver los frutos de su duro trabajo. Se llevan a cabo servicios conjuntos de transporte y los socios comienzan a recoger los beneficios.

Aunque la relación ya ha madurado y ha alcanzado su tercera fase, hay un paso más: la mejora continua. Un bucle de retroalimentación permite a los participantes aprender de los otros y construir sobre los cimientos de eficacia que han logrado crear.

Los hallazgos de los investigadores también ponen de manifiesto algunos de los escollos que pueden aparecer en este tipo de colaboración. Tres de ellos, en concreto, son dignos de mención:

  • Problemas en la sincronización de los procesos de la cadena de suministro y sus dinámicas.
  • Visibilidad reducida de la cadena de suministro a través de la parte de redes compartida, debido a que uno de los socios no dispone de las herramientas necesarias en esta área.
  • Demasiada complejidad en la cadena de suministro puede hacer que uno o ambos socios encuentren dificultades a la hora de mantener el compromiso para con la relación.

En la siguiente fase del proyecto, los investigadores crearán un marco para ayudar a las empresas a desarrollar y mantener unas fructíferas relaciones de colaboración en el campo de la logística. Como parte de ese esfuerzo, está previsto llevar a cabo un nuevo estudio de empresas en Europa para cuantificar los posibles efectos de estas estrategias.

Este artículo se basa en una serie de tres partes escrita por la doctora María Jesús Sáenz, profesora de gestión de la cadena de suministro y directora del programa de Doctorado del MIT-Zaragoza International Logistics Program, Zaragoza Logistics Center, Zaragoza (España), y publicada por Supply Chain Management Review. Para más información sobre el CO3, póngase en contacto con www.co3-project.eu.