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Supply Chain Frontiers issue #40. Lea todos artículos en este asunto

Gobiernos estatales y municipales brasileños utilizan los incentivos tributarios para atraer empresas a sus regiones en un esfuerzo por estimular el crecimiento económico y promover el desarrollo tecnológico. De hecho, la intensa competencia entre estas entidades para ofrecer condiciones favorables de impuestos es a menudo conocida como "guerra fiscal". El problema es que estas políticas no sólo ocultan la verdadera imagen económica de las regiones participantes, sino también pueden hacer las cadenas de abastecimiento menos eficiente y afectar negativamente el comportamiento medioambiental de las empresas.

Los incentivos de impuestos de la guerra fiscal tienden a incrementar el volumen de los productos procesados por las autoridades aduaneras del Estado. Sin embargo, aumentar el flujo de bienes de esta forma no significa necesariamente la creación de empleos e ingresos, el crecimiento local del PIB, o más oportunidades para generar ingresos de las actividades comerciales.

Las empresas pueden reducir los costos operativos a través de estos incentivos y aumentar la rentabilidad. Sin embargo, las empresas también deben tener una estrategia coherente de funcionamiento, y esto es un reto cuando se aprovechan de los beneficios fiscales en diferentes partes del país. Las redes de distribución tienden a ser fragmentadas cuando están diseñadas de acuerdo a las exigencias de los códigos de impuestos más que en buenas prácticas de cadena de abastecimiento. Este desequilibrio crea niveles excesivos de inventario y flujos ineficientes de productos porque hay demasiados nodos en la red. El desempeño ambiental también se ve impactado negativamente ya que los productos son transportados por distancias más largas.

Por ejemplo, una empresa hipotética ubicada en Sao Paulo, Brasil, que importa equipos de Argentina por carretera. La empresa tiene una sucursal en Vitória, Espírito Santo, que quiere aprovechar los incentivos tributarios locales.

Cumplir con las regulaciones locales con el fin de beneficiarse de los incentivos aumenta en unos 2.000 kilómetros la distancia en que son transportados los equipos importados.

La estrategia logra una reducción legítima en el costo total de las importaciones, incluso teniendo en cuenta los costos logísticos como el desgaste del vehículo, combustible, peajes y seguros.

Por otra parte, existen costos ocultos que ni las agencias del gobierno o la empresa ha considerado. Estos costos incluyen sanciones a la cadena de abastecimiento tales como un incremento en el tiempo de aprovisionamiento y los volúmenes de inventarios causados por un retraso de al menos 35 horas en la entrega de cada orden.

Además, hay costos socioeconómicos como el impacto en la iinfraestructura de la carretera y la degradación del medio ambiente. En este ejemplo, el transporte de mercancías en las rutas adicionales necesarias implica el consumo de aproximadamente 1.000 litros de combustible diesel, lo que se traduce en una emisión de 2,4 toneladas de dióxido de carbono. Este cálculo se basa en el programa nacional para cumplir con los objetivos internacionales de emisiones de gases de efecto invernadero.

Cabe señalar que el diesel es un recurso no renovable que tiene que ser importado a Brasil. La última Encuesta Nacional de Energía publicada por la Compañía de Investigación de Energía de Brasil, estima que el país importó 2,5 billones de litros de diesel en 2009. Esto sugiere que las políticas fiscales también tienen un impacto perjudicial sobre la balanza comercial nacional.

Como puede verse, los incentivos tributarios de la guerra fiscal en Brasil benefician a ciertos empresarios, pero son más las consecuencias sociales que deben ser evaluadas con profundidad. Esto no es una tarea fácil. El entorno comercial es dinámico y extremadamente complejo, y hay intereses en conflicto que dificultan llegar a soluciones comunes. Aun así, las decisiones que están tomando las empresas, basadas en la tributación, no siempre benefician a la sociedad en su conjunto, y los costos se transmitirán a las futuras generaciones de brasileros.

Las implicaciones de la cadena de abastecimiento son de largo alcance. El desarrollo de operaciones más eficientes en las cadenas de suministro y operaciones logísticas promueven el crecimiento económico, y ofrecen importantes beneficios ambientales como la reducción del uso de recursos no renovables. Los incentivos fiscales crean distorsiones que pueden tener efectos desastrosos sobre la gestión de la cadena de valor.

Este artículo fue escrito por Leise Kelli de Oliveira, Doctor de Ingeniería Industrial, Universidade Federal de Santa Catarina (UFSC) y Profesor en la Universidade Federal de Minas Gerais (UFMG); Ricardo de Mello Awazu, MSc in Energy, Universidade de São Paulo (USP), MBA Candidate, Institute of Education and Research (INSPER) and GC-LOG Candidate CLI 2011/CTL MIT; Vagner de Assis Correia, Master Candidate in Transportation Engineering (UFMG) and GC-LOG Candidate CLI 2011/CTL MIT. Para mayor información, por favor, contactar a Vagner de Assis Correia al email: vagner.ac@gmail.com.

GC-LOG es el Certificado en Logística Global y Gerencia de la Cadena de Abastecimiento ofrecido por el Centro Latinoamericano de Innovación en Logística (CLI). Para mayor información sobre el programa, visite el sitio web del CLI en: http://www.cli-logyca.org. UFMG e INSPER son aliados académicos del CLI.