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Supply Chain Frontiers issue n.º 56. Lea todos artículos en este asunto.

Los cambios reguladores son una vía de doble sentido para las empresas: pueden ser disruptivos, pero también pueden forzar la revisión de prácticas aceptadas que arroje nueva luz sobre la eficiencia operativa. Esto es lo que le sucedió a PepsiCo Brasil cuando el gobierno brasileño introdujo nuevas normas que limitaban las horas de trabajo de los camioneros. Un estudio provocado por este cambio reveló cómo podía adaptarse la empresa a las nuevas normas, además de ofrecer una nueva percepción sobre las ventajas y los inconvenientes de utilizar flotas privadas frente a las opciones de transporte general.

El estudio fue llevado a cabo por Renato Starling, director de productividad en el transporte de PepsiCo, para su proyecto final de 2015, mientras estudiaba para titularse en Logística y Gestión de la Cadena de Suministro (GCLOG)*. El proyecto GCLOG lleva por título Choice Between Private Fleet and Common Carrier, y el asesor es Edelcio Koitiro Nisiyama.

La legislación, que entró en vigor en septiembre de 2013, establece una serie de limitaciones sobre las horas de trabajo de los camioneros en Brasil; por ejemplo, no está permitido que conduzcan durante más de 10 horas diarias (ocho horas estándar más dos horas extra), tienen que tener una pausa de, al menos, 30 minutos cada cuatro horas y contar con un descanso semanal de 36 horas.

Los cambios han tenido un impacto drástico sobre la productividad y los costes. En PepsiCo, el número de kilómetros recorridos ha caído en un 7 % en comparación con el régimen laboral anterior, y los costes han aumentado un 20 % como consecuencia del aumento en los salarios (sin tener en cuenta la inflación de 2014). Actualmente, los costes laborales de PepsiCo suponen alrededor del 37 % de los costes totales de transporte en comparación con el 32 % existente antes de que se aplicara la legislación.

La empresa utiliza una flota privada de camiones en combinación con transportistas externos para suministrar sus productos en Brasil. Cuando entró en vigor la nueva normativa, el reto residía en determinar cómo ajustarse a las normas manteniendo la eficacia de la red de transporte de la empresa y la calidad de su servicio de atención al cliente.

«Cuando llegué a la empresa, en mayo de 2013, habíamos creado una nueva disciplina centrada en la productividad y la gestión de costes del transporte», afirma Starling.

La empresa inició un gran estudio sobre su red de transportes como parte de su nuevo enfoque relativo a la gestión de dicho transporte. Uno de los objetivos era desarrollar una metodología para evaluar el coste de los movimientos de flotas privadas en cada línea; al comparar estos costes con aquellos asociados a los sistemas de transporte comunes, PepsiCo podría identificar la combinación óptima de transportadores en cada línea.

Además de analizar la logística de la red de transportes de PepsiCo, el estudio tomó en consideración una serie de factores industriales: por ejemplo, el sector de transporte común en Brasil está dominado por transportistas autónomos que no están obligados a seguir las nuevas normas. Asimismo, algunos grandes operadores, en primera instancia, optaron por no cumplir la normativa.

El estudio determinó que los costes de los transportistas en PepsiCo se habían incrementado en torno a un 40 % desde que se aplicaron las normas. No obstante, la flota privada de la empresa sigue siendo competitiva para transportes más cortos, en gran medida porque hay menos oportunidades de llevar carga en el transporte de vuelta. El umbral de rentabilidad en términos de duración de un transporte es de unos 200 km. 

A la luz de hallazgos como estos, la empresa introdujo algunos cambios importantes. «Decidimos vender diecisiete de nuestros camiones más antiguos y menos eficaces y llevar a cabo otro estudio más detallado que, probablemente, daría como resultado una venta mayor de vehículos por nuestra parte», comentó Starling.

Al disponer de los datos derivados del estudio, los responsables de transporte están tomando decisiones más informadas acerca del uso de los sistemas de transporte en cada línea; por ejemplo, en un esfuerzo por minimizar el número de kilómetros en vacío y de utilizar íntegramente su flota privada, la sociedad está buscando activamente oportunidades para obtener carga de vuelta. PepsiCo cuenta con tres actividades comerciales principales en el país: tentempiés, productos lácteos y agua de coco, y ha logrado incrementar el número de cargas de vuelta en torno al 30 % al utilizar el espacio de los camiones de forma conjunta para estas tres actividades.

Sin duda, habrá más cambios a medida que se disponga de más datos y las normativas se adopten a mayor escala. Algunos cambios estructurales ya están produciéndose en la industria camionera. «Las grandes operadoras de transporte están tratando de establecer asociaciones con conductores autónomos, y otras los están presionando para que compren sus propios camiones», afirmó Starling.

Pasará algún tiempo hasta que las nuevas normas estén plenamente integradas en las redes de transporte de Brasil. Entretanto, «nadie sabe cuáles serán los efectos totales», dijo Sterling.

* El programa GCLOG es ofrecido por el Centro Latinoamericano de Innovación y Logística.

Para más información sobre el GCLOG, póngase en contacto con el director del programa, el doctor Roberto Pérez-Franco. Puede ponerse en contacto con Renato Starling en el correo electrónico renatostarling@gmail.com.